lunes, 11 de octubre de 2010

ÁFRICA

Lágrimas de sangre recorren tus caminos,
inmortalizados por la pluma de Isak Dinesen.
Oscuros deseos de Occidente
desmiembran tu cálida piel,
y tú no gritas.
¿Quiénes atan tus manos negras?
¿Quiénes se enriquecen,
mientras tu rostro de ébano agoniza?
Míseros gobernantes
que se emblanquecen con el dolor
de sus hermanos
ocultando a ese sol abrasador
sus propias miserias.
¡África, despierta!
No permitas que te hieran más.

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